quarta-feira, 23 de setembro de 2009

Fama

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La fama es un instrumento moral, el premio es la celebridad, el castigo, el anonimato y los famosos –de políticos a estrellas musicales y deportistas– son los santos de la comunicación global. Los medios, a su vez, son quienes se encargan de administrar la fe en esta nueva religión y sus sacerdotes (periodistas e intermediarios), sus iglesias (grupos mediáticos) y sus fieles (audiencias) son quienes elaboran las doctrinas y creencias que explican el mundo y quienes establecen los rituales que las consolidan. Todo ello conforma una nueva realidad mediática, paralela a la realidad real, en la cual influye decisivamente. A partir de esta surgen dos nuevas clases sociales: los actores mediáticos y los espectadores, de acuerdo con los rituales del espectáculo.
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Margarita Rivière (2009). La fama. Iconos de la religion mediatica. Barcelona: Critica.
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