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La mañana siguiente a la primera noche de amor no es un momento cualquiera. Es un instante especial y decisivo para descubrir si todo queda en un encuentro fugaz o, por el contrario, estamos ante el inicio de una historia de amor perdurable. Por la mañana se desarrolla la comedia, o el drama, del descubrimiento del otro, lo cual puede provocar el deseo de salir corriendo o el enamoramiento. El despertar, el beso que elude los silencios de una conversación que no se consigue entablar, el pudor repentino al salir de la cama, el miedo a no gustar a la luz del día, las confidencias matutinas o la elección del desayuno son sólo algunas de esas situaciones que toda primera mañana trae consigo y que allanan el terreno para conocerse mejor. Desde el momento en que abandonamos la cama, se entra en un periodo incierto pero mágico del ritual amoroso.
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Jean-Claude Kaufmann (2003). La mañana siguiente: como nace una historia de amor. Barcelona: Gedisa.
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